Una nueva tendencia ha cobrado auge en mujeres que gastan sumas importantes de dinero para recibir masajes vaginales.
Sorprendentemente, la tendencia de masaje «yoni» no está sólo relacionada con el placer, ya que aparentemente puede ayudar a reducir el estrés y favorecer la relajación.
Algunos clientes desembolsan más de $300.000 mil pesos chilenos con la esperanza de mejorar su vida sexual, muchas de ellas también pagan el alto precio por eliminar la tensión diaria.
Yoni, que significa ‘portal sagrado’ en sánscrito, a menudo implica una combinación de las caricias y la terapia de respiración profunda. En algunos casos, la masajista puede estimular la zona íntima penetrando con el dedo.
La sexóloga profesional, Isis Phoenix, reveló más sobre el proceso: «Un masaje yoni es una ceremonia en la que se invita a la mujer a entrar en contacto con su vulva».
Phoenix reveló que aunque algunas mujeres logran el orgasmo durante el proceso de relajación, muchas otras no lo hacen. Las sesiones pueden ser utilizadas como un indicador para enseñar al cliente cuáles son las sensaciones de las que más disfruta durante el acto sexual, lo que les permite ser más audaces en el dormitorio.
La sexóloga explicó: «El mayor beneficio es que sienten que una sabiduría encarnada es lo que les da placer».
A principios de este año, la profesora de yoga, Vanesa Muradian, explicó exactamente lo que era como para experimentar un masaje Yoni: «A veces, me sentí triste. Otras veces la energía orgásmica se movió por todo mi cuerpo, entumeciendo mis brazos. Fue como si estuviera meditando. Después me sentí tranquilizada. Como si entendiese mi cuerpo, mi vagina y mi huella digital sexual más que nunca.»
La locura de Yoni dibuja similitudes con la meditación orgásmica, donde las mujeres se reúnen para las clases de grupo de masturbación.
La práctica promete un «mayor estado de conciencia, mejora de la intimidad en las relaciones y, en general, el aumento de sus habilidades para tener un orgasmo».
La meditación orgásmica fue fundada en 2001 por Nicole Daedone de San Francisco.
En la actualidad hay 10.000 practicantes alrededor del mundo y entre las mujeres que pagan por participar se incluyen pensionistas en su octava década.
«La meditación orgásmica es pionera. El orgasmo femenino es vital para todas las mujeres en el planeta», enfatizó Nicole.
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