Argentina: Un «perchero solidario» para los que menos tienen

El calor de la solidaridad frente a las bajas temperaturas. Un grupo de adolescentes, socios del club Macabi, decidieron llevar adelante una conmovedora iniciativa llamada “perchero solidario”, que promueve la donación de abrigos para gente en situación de calle.

“Buscamos que se sume todo el barrio para ayudar a las personas que viven a la intemperie”, explicaron. “Si tenés frío llevate uno. Si querés ayudar dejá algo”, proclama un cartel en Anchorena al 800, en Abasto, colocado allí por un grupo de socios, de entre 15 y 16 años, del club Macabi.

Debajo del letrero cuelgan de un perchero callejero, al que llaman “solidario”, camperas, pulóveres, sacos y otras prendas para que aquellos que no tienen un abrigo lo tomen y quienes puedan donar su ropa la depositen allí.

La iniciativa comenzó hace un mes cuando “una de las chicas propuso la idea”. “Nos pareció que formaba parte de los valores que transmitimos”, le contó a Crónica Victorio Furmansky, director ejecutivo de Macabi, quien también fue protagonista de un encuentro casual con un hombre que recolectaba cartones, vestido con una remera de mangas cortas cuando el frío recrudecía.

“Llevate lo que necesites”, le dijo, entonces, el indigente tomó un pulóver. “Sin decirme una palabra me miró pero de una manera que sentí que me estaba diciendo: ‘Gracias por lo que están haciendo’”, expresó.

Todo el barrio ayuda

A medida que las donaciones aumentan la solidaridad se masifica, generando una reciprocidad entre quienes ayudan y los destinatarios de dicha colaboración.

“La gente es muy respetuosa tanto para no llevarse todo como para los que ayudan, sabiendo la importancia de donarle algo a los que no tienen nada”, dijo Furmansky, quien aseguró que la iniciativa ha logrado “que no sea sólo de la institución sino también de todo el barrio”.

En Córdoba también

Este martes, Ana López pondrá en marcha una acción similar en la ciudad de Córdoba, recolectando ropa en diferentes puntos del centro comercial para quienes viven a la intemperie.

Al ser consultada por este medio respecto de los motivos que la impulsan a tender a una mano a los más carecientes, explicó: “mi vida ha sido muy difícil, muy pobre y siempre me gustó ayudar porque mis penurias me enseñaron a tener en cuenta las dificultades que pasan los que menos tienen”.

Fuente: Crónica