Una de cada diez mujeres ha sido enviada a casa por su jefe para cambiarse de ropa después de elegir usar minifaldas y blusas con escotes ‘reveladores’

Una de cada diez mujeres ha dicho que las han enviado a casa del trabajo por llevar un atuendo que era «demasiado revelador».

Una encuesta de 2.000 trabajadores de oficina británicos, mitad hombres y mitad mujeres, descubrió que el 10% de las mujeres encuestadas dijo que les habían ordenado regresar a su hogar después de que los jefes consideraran que su atuendo era «inapropiado».

Los conjuntos que se consideran «demasiado reveladores» incluyen minifaldas, blusas que mejoran el escote y blusas demasiado ‘llamativas’.

Además del 10 por ciento de las mujeres que son enviadas a casa por usar ropa «inadecuada» en el trabajo, la encuesta también encontró que el 16 por ciento de las mujeres dijo que su jefe las había «llevado a un lado» y les pidió que no se pusieran ese ‘revelador’ atuendo otra vez.

También encontró que el 28 por ciento de las trabajadoras dijeron que habían sido sometidas a «comentarios no deseados» sobre su apariencia en el trabajo.

La encuesta realizada por directivos de Jobs Jobs descubrió que las mujeres estaban «mucho más ansiosas» por lo que usaban para trabajar que los hombres, que solían llevar traje, camisa, corbata y zapatos.

La encuesta encontró que a la trabajadora promedio le toma menos de 15 minutos cada día seleccionar un atuendo, es decir, 65 horas en un año laboral de 260 días, en comparación con solo nueve minutos para los hombres.

Más de la mitad de las mujeres encuestadas dijeron que a menudo se sentían «estresadas» sobre qué ponerse para trabajar, en comparación con algo más del 10 por ciento de los hombres.

La encuesta también reveló que un tercio de las mujeres estaba ansiosa por saber qué ponerse para una fiesta en la oficina compitiendo con solo el 16 por ciento de los hombres.

Cuando se les pidió que escogieran las prendas más inapropiadas para usar en el trabajo, los 2.000 trabajadores encuestados colocaron pantalones cortos en la parte superior, con un 57 por ciento, seguidos de chándales, con un 52 por ciento, sombreros, con un 46 por ciento y sandalias con un 41 por ciento.

David Clift, director de recursos humanos de totaljobs, pidió a los empleadores que hagan los códigos de vestimenta «muy claros», de modo que los trabajadores supieran exactamente qué deberían usar, y también dijo la semana pasada que los empleadores estudiarían el desarrollo de un código de vestimenta neutral para ambos sexos.

Clift informó: «Este estudio realmente indica la incertidumbre en torno a los códigos de vestimenta en el lugar de trabajo y cómo está llevando a un mayor número de trabajadores a preocuparse por lo que usan y lo que potencialmente dice sobre ellos. Nuestro informe indica que las trabajadoras se ven más afectadas por la ambigüedad en torno a los códigos de vestimenta y son más propensas a enfrentar el estrés innecesario y no deseado o los comentarios de sus colegas».

David siguió refiriéndose a las conclusiones de la encuesta: «Esperamos que al revelar estos hallazgos, los empleadores comiencen a comprender cuán importante es esbozar exactamente lo que se espera en términos del atuendo que usan sus empleados para trabajar. Idealmente, esto contendría una guía específica que ayudaría tanto a los empleados masculinos como femeninos a sentirse más cómodos con lo que usan en el trabajo. Nos entusiasma que los empleadores busquen activamente formas de desarrollar un código de vestimenta neutral para el género».