1. Tu vida transcurre sin presiones
No puedes decepcionar a nadie porque nadie espera nada de ti, ni que hagas la ocurrencia en la clase, ni que vengas con el último modelito, nada. Y es un alivio. Sobre todo el saber que no te critican a las espaldas.
2. Tienes tiempo de poder ser quien quieras: no te han encasillado
En cualquier momento puedes ser el rol que quieras. Es decir, tú estás en tu posición neutra, podrías dar un golpe de efecto y ser de repente la persona más popular, más graciosa o más friki. Tienes la ventaja de no arrastrar un pasado.
3. No tienes mote. Tú eres, simplemente, tú
La gente que te conoce nunca te ha puesto un mote. Mejor, así no tienes que tragar que te llamen un nombre que ni siquiera te gusta
4. Eres alguien en quien se puede confiar, siempre
Nunca tomas riesgos, ni haces locuras, ni actuas raro. Eres predecible y normal. Te adoran por ello. Gracias a Dios existe gente como tú.
5. No sientes ese vértigo cuando alguien te gusta, porque piensas que directamente ni se habrá fijado en ti
Cuando te gusta alguien, crees que ese alguien no sabe ni tu nombre, así que no sufres demasiado por si te ve hacer el ridículo (probablemente te equivocas, pero eso ya en otra lista)
6. No ganarías Gran Hermano, pero por lo menos no te echarían de la casa de los primeros
Vamos, que no eres de esas personas de «o la quieres o la odias». Menos mal
7. Porque eres el típico que se lleva bien con todo el mundo
Noticias frescas: es imposible caerle bien a todo el mundo, pero ya lo aprenderás.
8. Puedes colarte sin que nadie se entere… ¡Como nadie te echa en cuenta!
En la cola del súper o en la del avión, da igual. Tú tienes esa habilidad innata para que no se note.
9. Eres el típico asesino del que nadie sospecharía
Porque no eres ni muy majo ni muy borde. Lo que vendría siendo alguien totalmente normal, que pasa desapercibido. El killer perfecto.
10. No tienes que hacer nada que no te apetezca para contentar
No tienes que pasar el mal trago en eventos como Navidad o bodas, donde todo el mundo espera que hagas un discurso, cuentes unos chistes, en definitiva… Nadie espera nada de ti. Y eso te da una tranquilidad bestial.
11. Ser imprescindible tiene muchos riesgos
Por suerte, tú no los conoces, no tienes esos problemas de estrellita
12. Pero quien te conoce… Se sorprende
Tienes tu personalidad y tus locuras como todo el mundo, solo que… Están reservadas a unos pocos ;)
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