Los concursos de belleza son famosos por servir de plataforma para que chicas hermosas muestren su talento y den un salto al mundo del espectáculo. Pero también, muchos recuerdan estas competencia por algo menos célebre: las disparatadas respuestas, o la ausencia de ellas, que muchas veces dan sus participantes en las rondas de preguntas.
Cosas como “Confucio es quien invitó la confusión”, “¿Pedir perdón o perder permiso?”, o aquella que argumentó querer vivir la emoción de la Segunda Guerra Mundial son todos unos clásicos en Internet.
Pues abran las listas para agregar una nueva perla que hace poco lanzó una Miss.
Se trata de Alexandra Kucherenko, quien dejó a todos boquiabiertos con su participación por la máxima corona de Ucrania, y no precisamente por su gran belleza.
Cuando llegó su turno, la joven de 18 años fue consultada por el presentador acerca de si era conocedora de la realidad política de su país. Tras responder afirmativamente, vino una pregunta que a muchos les podría parecer obvia y de dominio de cualquier ciudadano: “¿Cuál es el nombre del primer ministro de Ucrania?”.
Sí, el mismo encargado de tomar las decisiones de su país, es decir, la nación que buscaba representar en el extranjero. A pesar de eso, Alexandra se quedó totalmente muda y no dio ninguna respuesta.
La controversia creció luego de que a pesar de haber hecho semejante papelón, la hermosa chica finalmente se llevó el título. Cuando fue consultada acerca de por qué no pudo responder, dijo que jamás pensó que las interrogantes abarcaran temas políticos.
Definitivamente esto abre nuevamente el debate acerca de si los llamados concursos de belleza evalúan los atributos físicos, la inteligencia o todo de manera integral.
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