Una situación que para muchos de nosotros podría resultar terrorífica fue la que vivió un pasajero en un avión.
Fue en un vuelo con destino a Chile, en que un pasajero se encontró con que el marco de la ventana de su avión estaba roto. Pero en vez de entrar en pánico como haría cualquiera de nosotros, decidió dejar constancia de ello con su celular y lo subió con el título: “¿Debería preocuparme?”.
Muchos hemos visto en escenas de películas que al abrir la ventana o puerta de un avión lo que provoca que se pierda la presión dentro del avión y los pasajeros salgan disparados, pero según informa el piloto y divulgador Patrick Smith “tan solo es un marco superficial que ayuda a proteger la ventana”. “Reconozco que es vergonzoso y poco profesional, pero no existe un riesgo de seguridad”, añade en una entrevista en ‘Daily Mail’.
Otro especializado en el tema, director ejecutivo del Comité de Seguridad de Vuelo de Reino Unido Dan Whittingham, aclara la situación: “Es simplemente una pieza suelta. Esa ventana protege el cristal principal de los arañazos y reduce el ruido interno, además de proporcionar aislamiento térmico”. “La ventana está fijada al casco y sellada con una junta para que el interior de la aeronave pueda presurizarse, por lo que el hecho de que esté suelto no tiene ningún efecto real en términos de seguridad”, explica.
No obstante, otro sería el caso si lo que estuviera roto fuera el cristal de la ventanilla externa. Ya se han dado casos en vuelos comerciales que, aunque no han terminado en tragedias, sí han originado momentos de verdadera tensión y han obligado a los pilotos a realizar aterrizajes de emergencia. Le pasó hace cuatro años a los pasajeros de un vuelo de Easyjet procedente de Barcelona con destino a Berlín. El cristal se rompió, la cabina comenzó a despresurizarse y tuvieron que realizar una parada imprevista.
Sea como fuere, el escenario más plausible es menos dramático que el que estamos acostumbrados a ver en las películas. Nadie va a salir despedido. En efecto, la presión de la cabina descendería, pero la baja altitud hace que probablemente ni siquiera sea suficiente para que se active el mecanismo de emergencia las máscaras de oxígeno. Haría mucho viento, ruido y frío, pero en teoría el avión debería poder volar y aterrizar con una puerta abierta sin que esto genere un riesgo potencial para la seguridad de los viajeros.
Por lo tanto, aunque puede generar pánico entre los pasajeros, si te llegaras a encontrar con alguna situación similar en un vuelo tu vida no está en riesgo, pero por seguridad y protocolo, lo más probable es que el avión deba hacer un aterrizaje de emergencia.