FEMSA, multinacional de capitales mexicanos, es el embotellador público de Coca Cola más grande de América Latina, quien provee a gran parte de la región y tiene plantas en varios países como México, Colombia y Argentina, entre muchos otros.
En Argentina, por ejemplo, se inició desde el año pasado una serie de despidos antisindicales que han dejado a más de 100 trabajadores en la calle, algunos de los cuales están en pie de lucha por sus reincorporaciones y a los cuales la empresa se niega a oír y respetar sus derechos.
En un contexto de recesión económica internacional, FEMSA no habla de crisis, sino de expansión: “Tenemos que aprovechar que hay algunas devaluaciones que ahora son muy dolorosas, pero nos hacen más competitivos frente a otros mercados. Creo que viene una época con muertos y heridos, pero quienes nos mantengamos vivos vamos a reforzar nuestra presencia en el futuro”, afirmó José Antonio Fernández Carbajal, presidente del Consejo de Administración de la compañía, en una conferencia de prensa a principios de septiembre.
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