Fotografías de estas singulares estructuras fueron recogidas en un libro
El animal doméstico más común en Suiza, es el gato. Existen cerca de 1,4 millones de felinos vagando por los tejados de los hogares de ese país. En esa nación no existen normas o limitaciones especiales sobre la tenencia de gatos, a diferencia de los perros. Los dueños de estos animales no están obligados a pagar impuestos por ellos.
Las estadísticas indican que en uno de cada tres hogares en Suiza hay un gato. No sorprende, por tanto, que se adopten actitudes extremas para mejorar la vida diaria de sus amigos de cuatro patas, reseña un informe del portal de noticias swissinfo.ch.
Una de estas medidas, es la adaptación de escaleras especiales para que los felinos gocen de total libertad y facilidades para su movilización.
La fotógrafa Brigitte Schuster inmortalizó las escaleras que instalan los dueños para que sus felinos puedan salir y entrar en casa libremente. Las curiosas gráficas se muestran en el libro Swiss Cat Ladders.
Estas instalaciones para felinos existen en otros países europeos, pero son ni tan numerosas ni tan desarrolladas como en Suiza. En la ciudad, pero también en el campo, donde los agricultores suelen criar gatos para combatir los ratones y otros roedores.
Fabian Gloor, de la Asociación Suiza de Inquilinos, explicó que se necesita el permiso previo del propietario del inmueble para instalar este tipo de escaleras. Y si uno vive en un edificio clasificado como patrimonio, debe remitir la solicitud a las autoridades locales.
Al escribir el libro, Schuster descubrió que las escaleras para gatos pueden tomar miles de formas diferentes. A veces se crea un sendero vertical a partir de un elemento arquitectónico ya existente, como escalones adheridos a una tubería de drenaje. En otros casos, las escaleras se colocan mucho después de la construcción de los edificios, informó el portal My Modern Met en Español.
Éstas pueden componerse de tablas zigzagueantes sobre la fachada del edificio o, en situaciones más precarias, las escaleras son delgadas pasarelas que conectan a un árbol con el balcón. Sin importar cómo estén construidas, cada una permite a los felinos llegar a alturas que de otra forma estarían fuera de su alcance.
Además de fotos de escaleras para gatos, el libro de Schuster incluye diagramas y ensayos que exploran las “perspectivas sociológicas, arquitectónicas y estéticas” de estas estructuras.