Durante la mañana de este lunes integrantes de la Nueva Mayoría y del Departamento Juvenil de la CUT realizaron una protesta frente al Ministerio del Trabajo en Santiago, con el objetivo de solicitaron el retiro inmediato del proyecto de ley del Gobierno de estatuto laboral para jóvenes o, en su defecto, la anulación de la urgencia que se le otorgó por parte del Ejecutivo.
Según los manifestantes, la iniciativa “carece de una discusión colectiva con los actores directamente involucrados», lo cual -consideran- «no es propio de un gobierno democrático”.
En ese sentido, las organizaciones afiliadas a la CUT declararon su “absoluto rechazo” al proyecto, argumentando que vulneraría lo ya ganado por los trabajadores y trabajadoras. “Creemos que esos derechos son el piso mínimo desde el cual debemos avanzar en una regulación e inclusión de los jóvenes estudiantes y la juventud en general al mercado laboral”, señalaron.
En una misiva dirigida a Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo y Previsión Social, se cuestiona que el proyecto desconoce el principio de estabilidad en el empleo, niega la indemnización por años de servicio, no reconoce vínculo laboral indefinido posterior a dos años de renovación contractual e imposibilita el acceso a beneficios sociales. Además, se acusa que éste no establece límites a la contratación de personal bajo esta modalidad de contrato -pudiendo los empleadores reemplazar a todo su personal por jóvenes-, no regula límites de horarios de la jornada laboral para que efectivamente puedan estudiar y trabajar, y que no se hace cargo de las condiciones económicas y remuneraciones a las que podrán acceder los jóvenes en el mercado laboral.
Precarización laboral
Aymara Salamanca, consejera nacional de la CUT y encargada del Departamento Juvenil de la multigremial, critica que el proyecto “tiene una cantidad de puntos críticos que vienen a flexibilizar la mano de obra de los jóvenes e institucionalizar la precarización en que ya se encuentran los estudiantes en sus lugares de trabajo”. Agrega que tras la pantalla de una contratación, la iniciativa “busca quitar beneficios ya ganados por los trabajadores”. “Los jóvenes no podemos ser la mano de obra barata de este país, y menos venir a devaluar la calidad del trabajo”, advierte la dirigenta.
Algo a lo que adhiere el diputado comunista Boris Barrera, cuya preocupación es que la iniciativa «puede ser el inicio de seguir precarizando el empleo». En ese sentido, el parlamentario espera que desde el Ejecutivo se abran a dialogar con los protagonistas de dicho cambio en el ámbito laboral y que se le quite la urgencia al proyecto.
En la carta entregada al ministro Monckeberg se señala que hoy son miles los jóvenes que «se encuentran inmersos en el mundo laboral bajo sistemas de contratación informales y desregulados». Junto con ello se critica que el objetivo central del proyecto -al apunta a estimular la participación de jóvenes estudiantes en el mercado laboral- viene a “formalizar de manera institucional la precariedad en el empleo joven”.