Una isla de Filipina se convierte en un referente turístico luego de estar cerrada seis meses

Entre las prohibiciones en la playa están la presencia de masajistas, vendedores, hogueras e incluso de los constructores de castillos de arena. También las fiestas, negocios y hoteles antes de 30 metros y limitación de ofrecer servicios a los visitantes

Charilin Romero

26/10/2018 3:22pm

La isla de Boracay, localizada en Filipinas fue reabierta después de estar cerrada desde hace seis meses, a causa del daño causado durante décadas por el turismo no controlado, reseñó RT.

Esta localidad que ha sido regenerada y puso en vigencia una nueva regulación que prohíbe beber y fumar en la playa. También restringe la cantidad de turistas y hoteles, mientras continúa la renovación, informó The Guardian.

Igualmente, está prohibido la presencia en la playa de masajistas, vendedores, hogueras e incluso de los constructores de castillos de arena, muy populares entre los turistas, que se fotografiaban con sus obras. Han sido demolidos varios edificios y algunos negocios alejados de la playa para crear una zona de exclusión de 30 metros desde el agua.

Clausurados casi 400 hoteles y restaurantes

Rodrigo Duterte, presidente de la nación declaró a comienzos de febrero que la isla era «una cloaca» y que sus aguas , así como playas olían «a mierda» por culpa del flujo de más de 2 millones de turistas al año. Además, de la carencia de una adecuada canalización del desagüe y la evacuación de los desechos.

Unas 1.000 hectáreas posee la isla que está situada a 300 kilómetros al sur de Manila y que ha resurgido para retomar su reconocimiento como el espacio acuático más lindo del mundo.

Así mismo, fueron clausurados casi 400 hoteles y restaurantes que se consideró que violaban las leyes ambientales. Otra de las medidas ha sido obligar a las compañías aéreas y de transporte marítimo a limitar la oferta de servicios para reducir el flujo de visitantes.

Prohíben las fiestas en las playas

En cuanto, a los deportes acuáticos entre ellos, el buceo, las motos acuáticas y el kitesurfing, están temporalmente prohibidos hasta que los equipos de buceadores y biólogos marinos culminen con la evaluación de las aguas que están llevando a cabo esta semana. Mientras que los tres casinos de Boracay han sido cerrados de manera permanente.

Michael Martillano, presidente de la asociación de buceadores de la isla y participante de la operación de evaluación marina de la isla, indicó que la calidad del agua, los corales y la vida marina han mejorado en los seis meses que la isla ha permanecido clausurada.

Aseguró que algunas de las nuevas restricciones, como la prohibición de fiestas en las playas, supondrá un «gran cambio» y estas quedaron en el pasado, inclusive el evento multitudinario LaBoracay que atraía a decenas de miles de turistas cada 1 de mayo.

2 millones de turistas visitaban la isla cada año

«Esto va a ser una mentalidad diferente para cualquiera que entre en Boracay, ya sea turista, residente local o trabajador. Diviértanse, pero cuiden de la madre naturaleza», dijo Martillano.

Bernadette Romulo-Puyat, ministra de Turismo, señaló que la nueva isla marcará el comienzo de una «cultura del turismo sostenible» en las Filipinas y se muestra convencida de que otros destinos turísticos seguirán su ejemplo.