La madre de Ema Dantas padecía una enfermedad mental. Murió hace cinco años. Fue diagnosticada con problemas psiquiátricos a los 40 años y murió a los 66. «Nadie debería sufrir como ella sufrió”, aseveró Dantas.
La compleja y difícil situación vivida con su madre, la llevó a desarrollar una sensibilidad muy especial hacia las que denomina las “enfermedades invisibles”, las que atacan a la mente.
«Todavía hay mucho estigma con la salud mental, una persona con una condición mental especial no es loca, es un enfermo como cualquier otro. Se habla mucho de cáncer, pero de salud mental no se habla lo suficiente”.
Ante esta situación que la tocó muy de cerca, la empresaria de 50 años y nacionalidad luso-canadiense, se propuso un reto muy exigente: escalar las siete cumbres más altas del planeta, para sensibilizar a la humanidad sobre las enfermedades mentales.
El reto será igualmente propicio para recaudar fondos en favor del Centre for Addiction and Mental Health (CAMH), una institución canadiense que se dedica a tratar adicciones, dependencias y problemas de salud mental.
Su gran objetivo es recaudar 700 mil dólares canadienses (457.000 euros) a beneficio del centro. Hasta ahora ha recaudado 30.000 euros.
Danta es presidenta de una empresa de traducción en Ontario, Canadá, e inició su aventura en octubre de 2017, escalando la Pirámide Carstensz, en Indonesia. A principios de enero de 2018 subió al célebre Kilimanjaro, en Tanzania, donde compartió varias ubicaciones de la escalada en su página de Facebook.
A través de la app Garmin, la empresaria mostró que se encontraba en la cima del Kilimanjaro el día 6 y, en la imagen, se veía que estaba a 5.890 metros de altitud.
«Lo más gratificante fue llegar a las alturas y ser capaz de tomar fotos con mis banderas de Portugal y Canadá y decir que vale la pena, porque la salud mental es esencial, me gustaría que todas las personas comenzaran a aceptar la afecciones mentales como cualquier otra enfermedad”, dijo Dantas en declaraciones a JN de Canadá.
Cada viaje ha sido una jornada conmovedora, en la que Ema cuenta con el total apoyo de la familia. «El 6 de enero, cuando llegué a la cumbre de Kilimanjaro, mi hija mayor, Patricia, me envió un mensaje diciendo que obviamente yo llegaría a la cumbre, ese día era el aniversario de los cinco años de la muerte de mi madre», contó.
La escalada a la Pirámide Carstensz, en Indonesia, fue la primera experiencia en montañismo de Ema Dantas, que la consideró la más «difícil», porque tiene miedo de las alturas.
«Cuando recuerdo, creo que fue una experiencia formidable que me dio coraje a las otras montañas, estaba con un grupo de alpinistas que ya había subido otras cumbres, pero para mí era la primera, era la única mujer y estaba temerosa de no poder completar el desafío: peso 43 kilos y tengo un metro y medio de altura», reveló.
La aventura terminará en 2020
Hay dos versiones de la lista de las siete mayores cumbres del mundo: una de Dick Bass y otra de Reinhold Messner. Por esa razón, Ema Dantas tiene que subir ocho montes en vez de siete. «La mayoría de los alpinistas, para quedarse con el certificado, hacen las ocho cumbres, para que nadie pueda impugnar», explicó.
Así, para alcanzar la meta final, Ema tendrá que subir seis cumbres más. Hasta finales de año, la empresaria pretende escalar los montes Elbrus (Rusia), y Vinson (Antártica) a finales de noviembre.
En el caso de la segunda montaña más grande con 6.962 metros, el Denali (Alaska, EEUU) y el monte Kosciuszko, en Australia, le faltará el Everest (Nepal), que es el más alto de todos, el monte Aconcagua (Argentina).
«Si Dios quiere, me gustaría terminar esta aventura en el 2020, a más tardar», señaló la emprendedora mujer luso-canadiense.
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