El pasado lunes 2 de octubre, comunidades indígenas, organizaciones sociales, trabajadores y ciudadanos de Guatemala iniciaron un paro nacional indefinido en todo el país para exigirle a la Fiscalía que respete los resultados electorales donde fue elegido presidente Bernardo Arévalo.
Bloqueos en el noroeste del país
Comunidades indígenas agrupadas en los 48 cantones de Totonicapán fueron las primeras convocantes a la movilización que tenía cerca de 30 carreteras bloqueadas en zonas como Quiché, Quetzaltenango, Totonicapán, Santa Rosa, Petén, Huehuetenango, Alta Verapaz, Chimaltenango y la capital.
Exigen la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras: “Que ella presente su renuncia, aquí estuvimos parados y se lo dijimos claramente, no queremos paralizar el país, pero si es necesario, lo vamos a hacer”, dijo Luis Pacheco, presidente de los 48 cantones y agregó: “Invitamos a toda la población de Guatemala, a que se una a este movimiento, no solo somos los pueblos indígenas”.
A las manifestaciones se han unido las grandes mayorías de la sociedad guatemalteca, como profesores trabajadores de las principales ciudades. Transportistas se han unido en la zona urbana de Quetzaltenango y hay un grupo de manifestantes que acampan en la sede de la fiscalía en la capital.
Aunque hay un gran despliegue policial, las manifestaciones se han mantenido en calma. Sin embargo, en el kilómetro 167 de la Ruta Interamericana, un grupo de manifestantes fue abaleado, dejando una persona asesinada y cuatro gravemente heridas. El ataque fue ejecutado por sujetos de civil con pasamontañas.
Pretenden dar un golpe de Estado
Después de que Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, se impusiera en las elecciones del pasado mes de agosto con 2,5 millones de votos en segunda vuelta, se ha emprendido un plan para evitar que el presidente electo tome posesión en este país centroamericano.
El presidente electo Bernardo Arévalo, quien se encontraba en México en un encuentro del Grupo de Puebla, tuvo que suspender su agenda en el exterior y volver al país, al respecto se pronunció: “La Fiscal General Consuelo Porras, con el respaldo del fiscal Rafael Curruchiche y del juez Orellana, están llevando a cabo un golpe de Estado” y llamó al pueblo a la movilización pacífica.
Los intentos golpistas provienen de agentes del Estado como la Fiscal General Consuelo Porras, Rafael Curruchiche de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), del juez Freddy Orellana y otros integrantes del Ministerio Público. Estas personas ya habían estado envueltas en escándalos de corrupción anteriormente.
El pasado 12 de julio el juez Freddy Orellana suspendió la personería jurídica del Movimiento Semilla, lo cual es señalado por los manifestantes como ilegal, pues esta acción solo le corresponde al Tribunal Supremo Electoral.
El actual presidente Alejandro Giammattei, quien es cercano a los golpistas, rechazó las manifestaciones. Al igual, recientemente la Corte Suprema de Justicia de ese país, negó amparo provisional para frenar las acciones de la Fiscalía.
Apoyos a Arévalo
Sin embargo, la reciente elección de Arévalo cuenta con el respaldo de Volker Turk de las Naciones Unidas, la OEA y del mismo Departamento de Estado de los Estados Unidos.
También de sectores empresariales de Guatemala como la Cámara de Comercio, el Consejo Nacional Empresarial, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financiera. La Conferencia Episcopal de Guatemala también rechazó al decomiso de las actas electorales por parte de la Fiscalía.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro ya había alertado sobre esta situación y llamó al resto de países de la región a cerrar filas contra los intentos de golpe: “Se alista un golpe de estado en Guatemala. Todos los gobiernos democráticos de las Américas y del mundo deben estar listos a responder”.
Por: Colombia Informa
Foto: Wire
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